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Importancia del manejo de la voz: la modulación

En primer lugar, la voz es herramienta básica, eficaz y productiva si se utiliza adecuadamente, o contrariamente puede ser tu peor enemigo. Ser consciente de su valor y quererla gestionar para su uso profesional, es imprescindible en un mundo laboral cambiante y de gran competitividad.

La modulación no es solamente variar el sonido de la voz, sino también cambiar el volumen, ritmo y tono. Esta hará que una presentación sea mucho más atractiva, sin embargo, la alteración debe hacerse con armonía y suavidad. En otras palabras, sin que resalte a oídos del oyente. En caso contrario, hará que la voz suene artificial e influya en la exposición, haciendo que la audiencia pueda sentirse incómoda.

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Al hablar utilizamos continuamente variaciones en la altura tonal de la voz, con lo que conseguimos dar expresividad al discurso. Por lo tanto, la eficacia de la comunicación dependerá en gran medida de las inflexiones, entonaciones, pausas, la dicción… que utilicemos. Los estados de ánimo quedan reflejados de forma clara en la variación del tono.

Una vez aprendida la técnica vocal, hay que hacer hincapié en este tipo de factores que dan calidad a la expresión.

Es muy importante tener en cuenta que voz, cuerpo y mente van de la mano y trabajan conjuntamente. Si no es así, es imposible dominar y proyectar una voz creíble y segura. 

Técnicas de modulación de la voz
Respiración. Dominar y controlar la respiración diafragmática.

Articulación. Saber utilizar la articulación de los fonemas, según el idioma con el cual se transmite el mensaje.

Pronunciación. Adaptar el ritmo, registro, volumen, entonación… adecuado, para pronunciar un mensaje claro y contundente.

Relajación activa. Antes de pronunciar una palabra o hablar, hay que saber relajar cualquier parte del cuerpo y evitar tensión. Gran enemigo de la voz.

Conocimiento del cuerpo. Para transferir una voz enérgica, hay que saber utilizar la voz a través del cuerpo.

Finalmente, todos los elementos hablados requieren de conocimientos, práctica, esfuerzo y perseverancia. Normalmente, cuando uno escucha su propia voz, no se gusta, hay que olvidar los perjuicios de la propia voz y valorarla, aceptarla y entrenarla porque se convierta en una herramienta útil y segura a tus necesidades. Sin olvidar que, según la musicalidad, tono, modulación, etc. de tu voz, serás percibido y valorado con unas cualidades e identificado con una imagen.

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