La homeopatía es un método eficaz para prevenir y tratar enfermedades agudas y graves, para esto es necesario hacer análisis en los pacientes ya que cada uno puede llegar a necesitar un método diferente dependiendo de la enfermedad que presente.
Como bien se sabe la homeopatía suele ser más usada para pacientes con enfermedades crónicas, es por eso que una de las ventajas es que no presentan contraindicaciones, por lo que se recomiendan para todo tipo de persona, incluso niños y embarazadas.
Para poder llevar a cabo este método es importante saber las reglas de preparación de los medicamentos, para esto se emplean materias primas de origen animal, vegetal y mineral, las cuáles servirán para preparar remedios líquidos o sólidos. Estas materias primas deben pasar por diferentes controles de calidad que garanticen la seguridad de su uso.
En resumen, la preparación de los remedios homeopáticos se basa en los principios de dilución (desconcentración de la sustancia mediante la disolución con agua o alcohol) y dinamización (se realiza después de cada desconcentración y consiste en agitar fuertemente la disolución), esto, asegura que los preparados estén libres de toxicidad y así tienen mayor efectividad.
Las personas que quieran iniciar o reorientar su carrera hacia el ámbito de la homeopatía y desarrollar su actividad laboral en este sector, pueden guiarse con el diplomado de Homeopatía, que ayuda a las personas interesadas en desarrollar sus conocimientos.