¿Cómo ayuda la Quiropráctica con la osteoartritis?

La osteoartritis es una de las tipologías más frecuente de artritis. Se trata de una enfermedad degenerativa de las articulaciones que se sufre a consecuencia del desgaste del cartílago. Entendiendo que las articulaciones posibilitan la unión de dos huesos, están con frecuencia se ven afectadas debido al uso diario que le damos. Dichas articulaciones están presentes en la columna vertebral, rodillas, tobillos, caderas, y manos. 

La osteoartritis comúnmente está asociada con el proceso de envejecimiento, sin embargo, sus afectaciones, principalmente al cartílago y al tejido que une a los huesos, también puede deberse a alguna lesión en la articulación. La función del cartílago es ayudar a los huesos a deslizarse unos sobre otros, pero con la osteoartritis, el cartílago se desgasta y se rompe. Si la osteoartritis no se trata a tiempo, esta puede dañar a los huesos y causar hinchazón, deformaciones, dolor, rigidez y limitación de movimiento.

Por otro lado, es la Quiropráctica un tratamiento alternativo que resulta efectivo a largo plazo para lograr mejoras a nivel muscular, contribuyendo a la funcionalidad de las articulaciones y la reducción de los síntomas. Uno de los objetivos que tiene la quiropráctica es conseguir aumentar la movilidad de la articulación y disminuir el dolor que ésta enfermedad pueda causar.

De manera general, algunos cambios y beneficios de la Quiropráctica propicia para la osteoartritis:

  • Mejora la movilidad para realizar cualquier ejercicio 

  • Mejora la postura

  • Alivia el estrés de las articulaciones. 

  • Ayuda a mantener flexibilidad y descanso muscular 

La labor del Quiropráctico, en estos casos, consiste en corregir la mala posición de las articulaciones devolviendo una mejor movilidad, previniendo problemas más graves que a la larga pueden resultar muy dolorosas. Detectar los posibles bloqueos articulares puede evitar  su posible degeneración. Por otro lado, existen factores que pueden potencializar la osteoartritis:

  1. Sobrepeso, esto debido al peso que los huesos cargan.

  2. Herencia, representa un riesgo potencial

  3. Lesiones previas, accidentes que en su momento afectaron algún ligamento o tendón aumentan las posibilidades

  4. Mala postura, una postura inadecuada puede traer afectaciones a todos los ligamientos corporales

Es importante resaltar que la quiropráctica, al ser un tratamiento complementario, también se lleva a cabo con otros elementos holísticos, la buena alimentación y la actividad física son actividades que facilitan el camino hacia la salud, trabajar la parte psicológica y emocional disminuyen los posibles factores de enfermedad.

Si te interesa este artículo, aprende más con nuestro

Diplomado de Quiropráctica